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​Luciano

Ávila Chacón

 

Dicen que lo único que uno se lleva a la tumba y “six feet under” es el nombre.

 

 

Nací en Santiago de Chile, me ha criado mi abuela hasta bien viejo y fui hijo único hasta los dieciséis. Mi abuela siempre se dedicó a la Casa. Estaba casada con mi abuelo Julio en segundas nupcias. Julio fue ingeniero, escritor y filántropo. No lo conocí en vida pues murió un año antes que yo naciera, pero si he sido testigo de su legado y eso me influenció bastante. Tuvo dos hijos con mi abuela, uno de ellos fue mi madre, Margarita, que estudió diseño pero no ejerció nunca, ella pinta, hace decoupages y trabaja como loca para una instituciónblica. Y mi viejo que fue futbolista. El otro lado de la moneda. Mi viejo es hijo de sureños con también madre dueña de casa y padre Ferroviario. Pasé muchos veranos en la casa de mis abuelos en el sur, en la región del Maule.  En un predio lleno de animales y árboles frutales, cruzado por un arrollo de aguas cristalinas. Sin duda aquellos años de juventud cultivaron mi amor por las bestias y la naturaleza. Tengo una rara mezcla en los genes, pues el deporte y las artes siempre estuvieron presentes en mi vida. Viví mi infancia bajo la dictadura de Pinocho en la casona de mi abuelo materno, con una imprenta y biblioteca llena de libros, máquinas de escribir, coser e instrumentos musicales que tenia de juguetes. Tuve la influencia de mi viejo y de Marco, mi tio por parte de madre llenandome ambos de música y cine. 

Soy de la época del 386 y los Ataris 800 XL’s. Esas dos máquinas mas los Arcades después del colegio abrieron mis ojos a la tecnología e informática. Otra  pasión en mi vida hasta el día de hoy.

 

Al salir de los doce años obligatorios de tortura estudié primero periodismo pero no llenó mis expectativas y al par de años estaba estudiando Comunicación Audiovisual que posteriormente complementé con Licenciatura en Cine Documental, esta última me marcó profundamente. Siempre adquirir conocimientos por parte de una institución  es bueno pero soy a pesar de esto muy autodidacta. Solo depende de la voluntad. Muchas veces sentí estar perdiendo el tiempo encerrado dentro de una sala de clases. También hay maestros obviamente. Personas loables que dejaron valores y conocimientos que sin duda marcaron mi ruta. Y esos valieron la inversión. Me gusta lo que hago y con eso trato de valérmelas.

 

La investigación, búsqueda y constante actualización es mi norte pero esto no seria posible sin una buena compañera a mi lado.

La incluyo en estas palabras, pues si bien podemos pensar que uno nace y muere solo, en el transcurso de la vida estamos acompañados. Y Cecilia, mi compañera de 9 años es la que me incita a seguir creyendo y es mi motivación.

 

Bienvenidos a mi website.

 

 

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